Rosario reivindicó el Argentinazo y exigió justicia por los asesinatos del 2001

Por Sofía Alberti* | La multisectorial Rosario de la cual la CTA Autónoma forma parte, realizó un acto y movilización el 20 de diciembre al conmemorarse 17 años de la rebelión popular y la masacre de 2001.

Como corolario de una serie de iniciativas colectivas, entre ellas el ya histórico acto de familiares en Tribunales Provinciales y las Rondas que Invitan Debates (ver aparte), Rosario marchó en un nuevo aniversario de los hechos que sacudieron el país el 19 y 20 de diciembre de 2001.

Miles de personas se congregaron en Plaza San Martín, donde se leyó un documento colectivo (ver ‘A 17 AÑOS DEL ARGENTINAZO’) y posteriormente se marchó hacia Plaza 25 de Mayo, donde un grupo de familiares proyectaba el documental “39”, sobre la historia de los caídos 17 años atrás.

Durante las jornadas del 19 y 20 de diciembre de 2001 se produjeron hechos de una magnitud histórica, con movilizaciones masivas y espontáneas, que expresaron en las calles el descontento social por las políticas de entrega, ajuste y empobrecimiento. La crisis social, política y económica consolidadas en la respuesta represiva mediante el dictado de Estado de Sitio establecido por el gobierno de Fernando De la Rua empujaron a la movilización popular. El límite trazado por esa definición política despertó en sectores incluso no politizados de la comunidad el impulso de salir a las calles. En los barrios, el hambre y la desesperación por la situación económica, motorizó los reclamos por alimentos y cuestiones elementales.

La respuesta estatal, tanto a nivel nacional como en las provincias, fue el despliegue de las fuerzas de seguridad que dejaron el saldo de 39 personas asesinadas. Nueve de ellas cayeron en territorio santafesino en una cacería comandada por el entonces gobernador (y hoy Senador) Carlos Alberto Reutemann, quien nunca dio explicaciones por su responsabilidad política y su Secretario de Seguridad, Enrique Álvarez.

La mayoría de los efectivos señalados como tiradores en los diversos casos no sólo no recibieron condena, sino que fueron en muchos casos reubicados y hasta ascendidos en sus funciones. En el caso de Esteban Velázquez, quien asesinó a nuestro compañero asistente escolar y militante de ATE y CTA, ‘Pocho’ Lepratti’, si bien estuvo en prisión terminó en libertad y haciendo campaña para el PRO.

“Recordar la gesta popular que fue resultado y motor de múltiples experiencias asamblearias, organizativas, de resistencia, es un deber histórico. Fundamental para seguir construyendo este presente y planteando los alcances y limitaciones colectivas a la hora de generar proyectos de poder que tengan como prioridad a las mayorías, la justicia social, la garantía de los derechos humanos, civiles, sociales y políticos y la democracia participativa”, consideraron desde la CTAA Rosario.

“Por eso el reclamo de justicia junto a los familiares, el espacio de encuentro y reflexión y la movilización siguen siendo bastiones irrenunciables para quienes, como entonces seguimos creyendo que es necesario construir ese “mundo donde quepan todos los mundos”. Más aún en una coyuntura regional atravesada por el neoliberalismo, la asunción de gobiernos encabezados por los empresarios que se beneficiaron con las políticas que se intentaron tumbar en aquel diciembre, por el discurso fascista y la pobreza masificada, por la represión y el gatillo fácil como respuestas a los emergentes sociales de la desigualdad”, sostuvieron desde la central obrera.

*Nota y fotos: Sofía Alberti, Comunicación CTAA

El recuerdo de Pocho Lepratti trasciende fronteras

 

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