La salud pública herida

El martes 14 de noviembre, producto de una balacera dentro del Hospital Provincial, murió un policía y dos personas fueron lastimadas. El dolor y la bronca atravesaron las imponentes jornadas de protesta unitaria y acompañamiento a la comunidad del efector.

Con abrazos interminables, ojos humedecidos y llantos incontenibles, se realizaron el miércoles un abrazo y, el jueves, paro, acto y marcha en defensa de la salud pública. Hace rato los espacios laborales dejaron de ser seguros en Rosario.

Tanto en salud como en educación -y otras áreas- la CTAA y sus sindicatos integrantes vienen denunciando esa realidad que va en triste sintonía con la situación general. Pero el horror vivido en uno de los hospitales más importantes de la región, significó un nuevo escalón ganado por la violencia.

A grandes rasgos, uno de los conflictos más importantes en la ciudad y zona es la provisión de atención sanitaria a las personas privadas de su libertad ligadas con el narco. En este caso se presume que un reo internado con tuberculosis quiso ser fugado por dos intrusos, que abrieron fuego en plena guardia hiriendo a dos concurrentes y asesinando, a metros de su hija que lo aguardaba en la garita, al policía que cuidaba uno de los accesos.

Frente a la situación el Provincial permanece cerrado sólo con excepción, por obvias razones, del área de internación. El miércoles a primera hora hubo un abrazo y, el jueves, quizás la movilización más importante de los últimos años del sector sanitario. Tanto ATE Rosario que cesó actividades en salud municipal, provincial y nacional, como SIPRUS y AMRA, se concentraron con otros gremios y organizaciones en la puerta de calle Alem.

Tras el acto, una columna de cinco cuadras se movilizó hacia el Ministerio de Salud y, de allí, a la Municipalidad. Frente al Palacio de los Leones, se cantó el himno nacional.

“Hay una mezcla de indignación y de tristeza por lo que pasó. Tenemos que lamentar la muerte de un trabajador en su puesto de trabajo, no es la primera vez que pasa, por eso creo que tiene que haber políticas públicas, tienen que activar los protocolos, un plan integral de seguridad para que los trabajadores y trabajadoras se sientan contenidos y se sientan seguros de ir a trabajar. Hemos vivido situaciones de balacera en los barrios, en los centros de salud, en las escuelas, hemos realizado una marcha multitudinaria por la paz en nuestra ciudad y siguen pasando estas cosas”, expresó la Secretaria General de ATE y CTAA Rosario, Lorena Almirón.

“Todos y todas las que trabajamos en este hospital sentimos este lugar como nuestra propia casa. Y no podemos permitir que nos maltraten en nuestra casa. Por esto celebro que una situación tan trágica nos encuentre a todos unidos”, expresó la trabajadora del hospital y referenta de SIPRUS, Cintia Gambutti.

“Es la marcha de salud más importante en 40 años, con cerca de 2000 personas en Rosario. No soportamos la manera en que trabajamos, la violencia se suma a los bajos salarios y la precarización laboral”, dijo el Presidente de SiPrUS, Diego Ainsuaín.

Almirón, consideró que “lo que falta es más y mejor Estado, con inversión en áreas estratégicas solucionando los problemas de fondo y atacando por todos los flancos la violencia, que tiene que ver con desarticular a las bandas, pero también con brindar derechos, oportunidades e igualdad a toda la población”.

CTAA Rosario – Fotos: Sofía Alberti

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