Por Comunicación CTAA* | [VIDEO] La CTAA Rosario desarrolló la charla debate ‘Comercio Exterior, soberanía, organización popular’, con la participación de aceiteros, estatales y estudiantes. Se ubicó en el centro del debate el complejo agroexportador-portuario argentino con la perspectiva de discutir soberanamente como pueblo el comercio exterior.
La zona portuaria de Rosario y alrededores, es uno de los polos agroexportadores y portuarios más importante del mundo. La zona derrama riquezas en granos que se fugan por el Paraná en enormes barcos y barcazas que los surcan a diario. “Somos parte de ese entramado pero lo vemos casi como espectadores, producimos la riqueza pero sólo la vemos pasar, no la controlamos. Por eso además de discutir, hay que empezar a entramar las redes de militantes de estos distintos sectores para construir una fuerza que pueda disputar eso”, analizó el Secretario Gremial de ATE Rosario y coordinador de la actividad, Juan Pablo Pozzi.
Marco Pozzi es Secretario de Salud Laboral de la Federación Aceitera y Desmotadora. Además, es delegado de la planta que Cargill tiene en Villa Gobernador Gálvez. “Se dice que estamos ante una crisis y esa es la excusa para una flexibilización laboral. Vienen por los sindicatos. Nuestro sector nunca paró, incluso con la bajante del Río Paraná siguieron saliendo los buques cargados”, contó.
Griselda Gianni, de ATE Vías Navegables y Secretaria de Acción Social del gremio estatal comentó el proceso de privatización y vaciamiento de los sectores estatales vinculados a la hidrovía. Los negocios a ella vinculados son millonarios y no sólo condicionan la soberanía y la economía, sino también el medioambiente por el mecanismo de dragado de este río que es uno de los más anchos del mundo. “Tenemos que recuperar el control de eso”, sentenció.
Fernando Peyrano, Secretario Adjunto de ATE Rosario y trabajador de Fábrica Militar Fray Luis Beltrán, puntualizó sobre la desarticulación de dependencias del Estado durante el gobierno de Macri, particularmente en su sector para apropiarse y seguir privatizando las costas del Paraná. “La desarticulación es también una estrategia de desmembramiento de las estructuras sindicales, a las que hay que defender para la lucha. Son quienes pueden plantearse realmente un proyecto soberano”, aseguró.
Sofía Poudes, de la agrupación Aire, del Centro de Humanidades y Artes, sostuvo que el esquema universitario siempre estuvo ligado a los modelos productivos de país. Por lo tanto y vinculado a la habilitación de inversiones privadas en investigaciones de establecimientos públicos, lo que sucedió fue un fuerte condicionamiento “muchas veces digitados por los grandes capitales”.
Para la estudiante, desde la década del ’90 con la Ley Federal de Educación y la Ley de Educación Superior (aún vigente) “se produjo un desfinanciamiento estatal y mercantilización, abriendo la puerta al financiamiento de grandes multinacionales. Si bien hubo un período en que el presupuesto aumentó, no se modificó el perfil de planes de estudio tendientes a generar profesionales que se desvinculan de las necesidades de nuestro pueblo y preparados sólo para insertarse en este mismo sistema productivo, sin cuestionar nada. Los profesionales no se piensan como trabajadores, por eso es importante el cruce con los trabajadores organizados y otros sectores”.
Desde la Agrupación GEA de Ciencias Agrarias, Macarena Vázquez, denunció que “lo que sale por los puertos de Rosario se produce en el campo con un paquete tecnológico digitado por Monsanto y los pools de siembra. Los profesionales aplican ese paquete tecnológico o participan de investigaciones financiadas por las multinacionales. Los censos agropecuarios muestran que hubo una gran concentración de la tierra y desplazamiento de muchos productores. En algunos lugares, ampliar la frontera agrícola significa desplazar a mucha gente a los barrios marginados de las grandes ciudades. Por eso, además de discutir la necesidad controlar los puertos y el comercio exterior hay que plantearse para qué los queremos, rediscutir el modelo productivo pensando en las necesidades nuestras”.
Martín Ayerbe, de Social 21, apuntó a la “necesidad de recuperar una tradición argentina de desarrollo nacional soberano, usando como herramienta el Estado y con el centro en las necesidades de nuestro pueblo. Para eso es clave recuperar el control de la hidrovía, de nuestros puertos y relanzar las capacidades estratégicas de construir nuestra propia Marina Mercante. Hoy en día a nuestras riquezas ni siquiera las transportamos nosotros”.
Sin dudas, este debate se puso en la palestra a nivel nacional cuatro días después de la charla con la intervención y posible estatización de Vicentín. En este sentido, se replicarán las discusiones y espacios de encuentro para profundizar sobre qué modelo productivo se necesita para garantizar realmente soberanía alimentaria, económica y medioambiental.
*Comunicación CTAA Rosario