Por CTAA Rosario* | Va llegando a su final calendario un año que expuso las desigualdades acumuladas por siglos y las contradicciones acentuadas las últimas décadas. El 2020 como nunca, mostró el rol esencial de las y los trabajadores, sin quienes no funciona el Estado y las áreas estratégicas de la economía.
No obstante, ésa importancia práctica no se reflejó en una mejora de las condiciones de vida sino, por el contrario, en la profundización de los malestares. Así fue que poniendo el cuerpo y nuestra integridad en el trabajo también tuvimos que salir a luchar, hasta por los elementos de protección personal e insumos elementales para desarrollar nuestras tareas.
Las situaciones críticas como la pandemia que transitamos, exponen con claridad la verdadera grieta: la de clase. La que pone de un lado al capital y del otro al trabajo, en una disputa que se dirime en un escenario que tuvimos vedado en 2020: las calles. Igual nos juntamos, luchamos y tuvimos victorias enormes, como las que coronaron estas últimas 24 horas. Nos referimos al logro del Aborto Legal, Seguro y Gratuito y la victoria, tras 21 días, de la Huelga Nacional de Aceiteros y Recibidores de Granos.
Nuestro compromiso como organización es y seguirá siendo acompañar a cada trabajador y trabajadora que luche y se organice, seguir tejiendo solidaridad y unidad, transformándonos para caminar a un mundo libre de violencias.
Por los y las que se fueron demasiado temprano, por los y las que necesitan justicia, por los y las que mueven el mundo.
¡Salud a las trabajadoras y trabajadores!
CTAA Rosario