Celebramos la ratificación del Convenio 190

Por Comunicación CTAA* | Tras una intensa lucha del sindicalismo feminista, que mostró amplios márgenes de unidad para llegar a esta instancia, el Congreso de la Nación ratificó la adhesión argentina al convenio internacional contra la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. Las compañeras de la CTA Autónoma fueron protagonistas del proceso de redacción e instalación internacional de la normativa.

Argentina va camino a ser la tercera nación del globo en ratificar el Convenio 190 sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esta normativa internacional sienta un precedente histórico en torno al reconocimiento del derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso, incluidas las violencias y acoso por razón de género, y la amenaza que ello conlleva para la igualdad de oportunidades, las consecuencias sobre la salud física, psíquica, social y el acceso a un trabajo digno.

La protección que promulga abarca desde a les trabajadores asalariados como a les informales, pasantes, a les que buscan empleos, a les del ámbito privado como público. Contempla además que el trabajo no siempre se realiza en un lugar físico específico y sus disposiciones abarcan las comunicaciones profesionales, en particular las que tienen lugar mediante las TIC. También reconoce al sector público como empleador.

Maria Fernanda Boriotti es la Secretaria Adjunta de CTAA Rosario, la primera Presidenta mujer de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FeSProsa) y fue una de las integrantes de la delegación argentina que participó en Ginebra de la discusión y posterior aprobación del texto. “Haber logrado este Convenio cuyo texto original tuvo muchas negociaciones es realmente de avanzada, una garantía en derechos humanos como es el trabajo digno y trabajar en ambientes sin violencia, que toma los mejores tratados internacionales y convenios de OIT como libertad sindical, derecho a la negociación colectiva, a la no discriminación, del salario mínimo, y los mejores pactos internacionales”, detalló.

Se reconocen los efectos de la violencia doméstica en el ámbito laboral, es decir que esta violencia afecta el empleo y la salud, por lo tanto los empleadores deben contribuir a reconocer y abordar estas situaciones en favor de los derechos de las trabajadoras, también se propone que se implementen medidas de formación para trabajadorxs y empleadorxs, campañas de concientización, que se genere un mayor presupuesto para que a la hora de hacer políticas públicas existan los recursos para aplicarlas, y prevé la implementación de protocolos para denunciar, investigar y accionar ante la violencia en el mundo laboral”, repasó entre los aspectos más relevantes la Secretaria de Organización de la CTAA Rosario y la primera Secretaria General mujer de ATE Rosario, Lorena Almirón.

Los sindicatos estamos trabajando fuertemente el acoso y la violencia en los espacios de trabajo, tratando de desnaturalizar estos procesos. Esta normativa es mucho más abarcativa que las legislaciones locales ya que entiende que acoso y violencia son lo mismo, amplía los grupos vulnerables, los sitios donde se produce, habla de capacitación, de las políticas de prevención y de implementación de sanciones. Nos da herramientas a todxs lxs que estamos en algún tipo de organización ya que es para todo tipo de trabajo, ad honorem, pasantes, y hasta para terceros porque si voy a un negocio y violento o acoso a la empleada también puedo recibir denuncias o sanciones”, señaló Boriotti.

Una victoria en época de repliegue

El Convenio 190 fue aprobado en junio de 2019 en la 108º Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra. Se constituye como un tratado vinculante que genera obligaciones para los Estados que lo ratifiquen. Prevé además una Recomendación, la 206, que proporciona una guía de orientación sobre la efectiva aplicación del Convenio.

Su realización no fue camino fácil y estuvo atravesado de una disputa de clases también: durante el debate en Suiza, los empleadores querían considerarse víctimas de violencia ante una huelga. Una intentona que logró desbaratarse en sucesivas cumbres en las que el derecho de huelga permaneció bajo ataque de las patronales mundiales.

Si bien concibe globalmente a la violencia de grupos vulnerabilizados, la perspectiva de género de su potencial aplicación reunió a referentas sindicales de diversos sectores que en ciudades como Rosario incluso realizaron actividades y documentos conjuntos para exigir que Argentina ratifique la normativa.

Este Convenio viene con el impulso de todo el movimiento de mujeres y feministas del país, dejando de lado diferencias nos hemos puesto a trabajar para que esto salga”, sostuvo Almirón. Ese recorrido unitario no salió de un repollo: las compañeras de los sindicatos de diversas centrales vienen también impulsando otras leyes, como la Ley Micaela (formación en materia de géneros), la Ley Vanesa (de protección de víctimas y trabajadores denunciantes ante situaciones de violencias), entre otras.

Lo que sigue es la presentación del gobierno ante el Director General de la OIT para su registro. Tras ello, entraría en vigencia 12 meses después de que dos Estados Miembros lo hayan ratificado, lo que ya ha sucedido en Uruguay y en Fiji. Vale resaltar que tras ser ratificados por la legislatura,  los convenios de la OIT adquieren la misma jerarquía de los tratados internacionales y deben ser cumplidos por el Estado, adecuando la legislación nacional al contenido del Convenio.

Comunicación CTAA Rosario


Fuente: https://reveladas.com.ar/el-futuro-del-trabajo-es-sin-violencia-y-acoso/

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