Por Sofía Alberti* | Esta mañana, los aceiteros movilizaron en Rosario desde las oficinas de Cargill hacia la Bolsa de Comercio. Lo hicieron acompañados de un amplio arco de organizaciones, entre ellas la CTA Autónoma, exigiendo la reincorporación de los despedidos. Denuncian persecución sindical y el intento de desafuero de un delegado.
“Vamos a hacer sentir el ruido aceitoso por las calles de Rosario, para que se vea que es una pelea justa y que necesitamos que nos acompañen”, dijo bien temprano a la mañana el delegado de Cargill Villa Gobernador Gálvez y Secretario de Salud Laboral de la Federación Aceitera, Marco Pozzi. Y se cumplió la promesa. Desde Córdoba 2454, donde funciona la sede local administrativa de la multinacional que más facturó en el sector el año pasado, una ruidosa marcha recorrió hasta la esquina de Corrientes y Córdoba.
Allí, diversos oradores y oradoras expresaron su solidaridad con los más de 40 despedidos de Cargill, como así también con los otros conflictos que tienen en vilo a la región: Vasalli, Refinería San Lorenzo, Gomara, La Virginia, Cotar, y por supuesto los masivos despidos dados en el Estado Nacional.
Tras sucesivas instancias conciliatorias, la empresa se mostró irreductible con los despidos y el pasado jueves, tras el vencimiento de la disposición del ministerio provincial, Prefectura y un gran despliegue de gerentes nacionales, aguardaron el ingreso del turno de las seis de la mañana. Pero el operativo fue en vano, pues mientras los despedidos montaron un acampe fuera de la planta, todos los demás ingresaron a trabajar para iniciar el viernes medidas sorpresivas que van de 1 a 4 horas diarias, manteniéndose en sus lugares de trabajo. Desde la patronal, según contaron, “los invitaron” a realizar la medida de fuerza fuera de la planta, a lo que los obreros se negaron rotundamente.
“Tomamos todas las medidas necesarias para hacerle sentir a la empresa que no se la va a llevar de arriba, porque esa gente es la que produce y sostiene las economías de Gálvez, Pueblo Esther, Alvear y el sur de Rosario”, aseguró el delegado.
La respuesta no tardó en llegar y ayer llegó el pedido de desafuero y suspensión a un delegado. El motivo esgrimido por Cargill es que detuvo la producción durante la conciliación obligatoria, en el preciso instante que la empresa incumplía la disposición provincial impidiendo el ingreso de despedidos. En realidad el representante gremial, quien además es paritario en Seguridad e Higiene, encabezó un paro preventivo por cuestiones de seguridad, al no estar todo el personal correspondiente para desarrollar las tareas sin riesgos. Algo además debidamente denunciado en el Ministerio de Trabajo.
“Si en Rosario no tenemos accidentes ni muertos es porque trabajan los comités mixtos. Denunciar a un paritario de seguridad habla a las claras de la postura de Cargill”, sentenció Pozzi. Además, señaló el contexto en el que sin ninguna dificultad económica la firma despide trabajadores: la paritaria aceitera está en desarrollo, sus dirigentes se negaron a aceptar el techo salarial impuesto por el gobierno nacional, que a su vez le retiene la certificación de autoridades, lo que trae serios conflictos en la obra social. “No estamos dispuestos a ceder ni salario, ni convenio, ni ningún compañero en la calle”, subrayó.
Acto en la Bolsa
En la mítica esquina que vio nacer el Rosariazo, una nutrida columna participó del acto multisectorial atravesado por la emoción, la bronca y la esperanza de triunfo. El Secretario Adjunto de la CTAA Rosario y dirigente de ATE Rosario, Raúl Daz expresó: “hermanos de clase, seguimos dando muestras de que hay otro rumbo para la clase trabajadora si lucha y enfrenta a este gobierno antiobrero y antipopular que aplica reformas retrógradas. Este gobierno es garante de estas multinacionales y quiere llevar adelante las reformas y terminar con el convenio colectivo en el Estado”. Destacó además la solidaridad desplegada por Aceiteros en las luchas de los estatales.
El Secretario General de la CTAA Rosario y Amsafe local, Gustavo Terés, afirmó estar “orgulloso como siempre de compartir con ustedes, de poder construir la unidad desde la lucha, la calle, el lugar natural de los trabajadores. De compartir con Empleados de Comercio, de ATE, de Siprus, de la Corriente Clasista y las fuerzas de izquierda. Todo el movimiento popular se tiene que convocar para defender lo más importante que tiene el trabajador: el derecho al trabajo. No hay derecho a la salud, a la educación, ni a la vivienda, si no hay derecho al trabajo”.
“Desde la CTA Autónoma queremos compartir esta lucha y plantear líneas de acción con unidades amplias y protestas potentes para torcerle el brazo al gobierno en la política económica, romper los techos salariales y terminar con los despidos”, arengó Terés y convocó a ir la semana próxima a una medida de fuerza regional y provincial que englobe también el fuerte rechazo que los estatales han expresado sobre la última oferta salarial del gobierno de Santa Fe.
El dirigente provincial de la Central, Gustavo Martínez, ratificó la necesidad de construir dicha instancia de pelea colectiva sumando todos los conflictos de la zona, caminar firme a un masivo 24 de marzo –cuando se conmemora un nuevo aniversario del golpe genocida-, y generar un gran acto del 1° de Mayo en el Día Internacional de los Trabajadores “que dignifique a la clase obrera”.
Hacia el cierre del acto, Pozzi expresó mirando hacia la Bolsa: “Que empiecen a ponerse nerviosos. Me gustaría ver si los tapizados de sus sillas no tienen cuero de trabajadores. Hay que llevar esta lucha desde el amor y esto de hoy me permite soñar con ganar el conflicto. Después vamos a venir a buscarlos para preguntarles por qué nos tienen que interrumpir proyectos familiares y hacernos sobrevivir con salarios miserables”.
El delegado de Dreyfus, Carlos Vallés, concluyó: “vienen a intentar derrotar la referencia de aceiteros en el movimiento obrero. No se bancan más que haya un faro para los trabajadores. No es cuestión de dinero, Cargill es la que más facturó en todo el año. Esa facturación pasó por el que limpia, el que barre, el que está en la máquina y embarca. No le vamos a permitir a ninguna gran cerealera que se llevan la plata afuera que muevan un grano si Cargill no reincorpora a los despedidos. No va a salir un barco, no vamos a perder esta pelea”.
*Nota y fotos: Sofía Alberti, Secretaria de Comunicación CTA Rosario