Salarios de miseria, pobreza extendida y sordera gubenamental

ATE Rosario, Amsafe Rosario y Siprus protagonizaron una importante jornada de lucha con desobligación y acto unitario en Plaza San Martín. Exigieron reapertura de paritarias, salarios dignos, condiciones de trabajo y medidas urgentes para paliar la crisis. Fuerte reclamo por inversión en infraestructura y partidas para comedores escolares.

La carrera contra la inflación tiene a los salarios con pie de plomo. La decisión política del gobierno provincial con anuencia de la mayoría de los paritarios estatales, fue cerrar rápido la segunda ronda de negociación y, así, aplazar el debate sobre el impacto devaluatorio del peso tras las elecciones primarias nacionales la semana siguiente.

El esquema no se sostiene por ningún lado y la bronca se mostró en el acto realizado en Plaza San Martín, del que la CTA Autónoma local fue parte. El ajuste realizado por el gobierno nacional con el aumento del dólar oficial –a pedido del Fondo Monetario Internacional- disparó los precios, que ya venía desbocados desde julio, especialmente en alimentos esenciales.

Por eso, los sindicatos insistieron en la garantía de sueldos que igualen la canasta familiar, cuyo monto mínimo –sin gastos de alquiler para familia tipo-, se ubicó en julio en $384.657, según la Junta Interna ATE INDEC.

“En Santa Fe, los salarios básicos en el Estado van entre 10 y 15 mil pesos, sumas ínfimas que cuando se calculan con porcentajes de aumento son más miseria”, denunció la Secretaria General de ATE  y CTAA Rosario, Lorena Almirón. Por eso, exigió que todo aumento, parta de una dignificación del básico sobre el que se realizan otros cálculos. Además en torno a la cláusula gatillo apuntó: “no es automática, vamos a recibir la actualización recién en diciembre” y reiteró la necesidad de que se active mes a mes, con pago a término de la diferencia sobre la inflación.

ATE Rosario fue a la calle con un pliego amplio y varias acciones en distintos lugares de trabajo. Apuntaron la necesidad de mejorar condiciones laborales, pase a planta, titularizaciones, subrogancias, pago de suplementos adeudados, creación de comités mixtos de higiene y seguridad, realización de jurisdiccionales, jubilaciones dignas, entre otros puntos. Uno que llamó la atención fue el reclamo de devolución del día de paro a trabajadores del Instituto Provincial de Estadísticas y Censos: el gobierno de Perotti les descontó el día de huelga regional contra la violencia y las balaceras, cuando además hubo paro de transporte y medida nacional del sindicato estatal.

El referente de la docencia pública, Juan Pablo Casiello, explicó la pérdida salarial que arrastra la paritaria cerrada: “en julio llegamos con un aumento del 49% y una inflación del 60%. En agosto nos toca el 25% de aumento respecto al salario de febrero, con eso llegamos al 74%, pero la inflación acumulada, llega al 79%. En septiembre y octubre están los peores escenarios, porque la cuota de aumento se achica y la inflación seguirá creciendo. Perderíamos 23 puntos en septiembre y 38 puntos en octubre”. Lo cierto es que aún con las proyecciones menos dramáticas en términos de inflación, el salario de las y los trabajadores provinciales terminaría 30% debajo de la inflación.

SIPRUS participó con una desafectación a nivel local y se movilizó hacia la legislatura en Santa Fe para pedir que se aprueben dos normativas: la ley de excepción para el pase a planta –vinculada a la modificación de límites actualmente impuestos que cercenan derechos- y la ley del cómputo diferenciado por el trabajo durante la pandemia –para que se cuente doble el período a quienes sostuvieron la salud pública-.

“Nos movilizamos en la legislatura, porque seguimos reclamando la incorporación y efectivización de todos los profesionales precarizados al pase a planta. Además continuamos peleando por salarios y condiciones dignas de trabajo y atención y trabajando la unidad en defensa de la salud y educación pública junto a los trabajadores estatales y docentes”, dijo el Secretario General del sector y Administrativo de la Central, Jerónimo Ainsuaín.

Chauchas y palitos

Sobre el anunciado aumento de algunos ítems de las asignaciones familiares provinciales, Almirón recordó la larga lucha en unidad por tal medida, pero subrayó que los montos siguen exponencialmente alejados no sólo del costo de vida, sino de lo que se paga en mismos conceptos en nación y provincias similares. Y exhortó a que de una vez se garanticen jubilaciones dignas y reconocimiento de todos los aumentos y bonos a jubilados/as.

A todo este panorama, la referenta estatal sumó la situación en comedores y copas de leche. Actualmente se destina por ración –incluyendo gastos de funcionamiento- $168 para comedor y $70 para copa de leche. Desde abril no hay aumento y la situación “es insostenible, las compañeras y compañeros están desesperados porque no se puede alimentar así a niños, niñas y jóvenes que no tienen otro lugar para comer”. “Acá no pueden seguir dando la espalda, necesitamos ya más presupuesto para salud, educación, niñez y todas las áreas sensibles”, destacó.

“El 22 de agosto fue un nuevo aniversario de la partida física de Horacio Zamboni, un abogado laboralista que luchó y nos enseñó que hay que defender el salario mínimo, vital y móvil como derecho irrenunciable, la democracia de base como método y las condiciones de trabajo como principio fundamental. En ese camino estamos. Vienen luchas duras, no nos comamos los discursos de la derecha, porque atrás de todos los candidatos hay funcionarios menemistas y ajustadores que nos desprecian. Acá los problemas de los y las trabajadores los resolveremos mediante la lucha, organizando la bronca y saliendo con unidad y solidaridad a las calles”, concluyó Almirón.

Comunicación CTAA Rosario

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