Por Sofía Alberti* | Con despliegue de Gendarmes en el ingreso de la obra social de los jubilados, este mediodía se desarrolló un nuevo acto por la reincorporación de la Delegada Provincial del GOA-CTAA, Norma Cáceres. Se exigió la renuncia de “la troupe de incompetentes que está a cargo, empezando por la Directora de la UGL IX, Milva Sánchez”.
Violencia es mentir, reza el ya clásico tema de rock nacional de Los Redonditos de Ricota. Y lo que pasa en el PAMI Rosario es una clara muestra. Primero fue el despido de la referente sindical de los odontólogos que cuenta con fueros gremiales, en el marco de una negociación por condiciones de trabajo en la cartera laboral nacional. Le siguió la exposición mediática de supuestas situaciones irregulares que lo justificaban y que no fueron esgrimidas en su telegrama de despido, donde dice textualmente que Sánchez prescinde de sus servicios sin expresión de causa .
Luego vino la frase emitida por María Milva del Rosario Sánchez en una reunión con referentes sindicales: consultada sobre por qué no reincorporaba a Cáceres dijo “porque no”. Después de ese encuentro la Directora de PAMI hizo circular supuestas denuncias por coacción contra referentes sindicales, que de confirmarse serían un espejo de lo sucedido en Río Negro con el referente estatal Rodolfo Aguiar y su Secretario Adjunto. Ya no basta con despedir y reprimir: los conflictos laborales pasan a la justicia penal criminalizando la protesta.
Pero la cosa tampoco quedó ahí. “Dados los acontecimientos de ayer y la sucesión de hechos violentos, por parte de grupos sindicales y otros les solicito se arbitren las siguientes medidas: 1) Se inhabilite por cierre de puertas los ascensores del segundo piso; 2) Se disponga la presencia de un miembro de vigilancia en el segundo piso al finalizar la escalera, el que deberá interrogar a las personas que acceden al segundo piso el lugar al que se dirigen y para qué tipo de trámite, requiriendo la autorización del sector pertinente antes del acceso”, dice la nota firmada por la Directora del PAMI, dada a conocer por los trabajadores.
Además de tabicar los ingresos, en el marco de un acto realizado el pasado lunes, Sánchez desplegó cuatro camionetas de Gendarmería Nacional en la puerta del Instituto ubicado en San Lorenzo 926. En esa ocasión los agentes permanecieron dentro de las camionetas, incluso muchos de ellos durmiendo. Pero este viernes los gendarmes ocuparon directamente el ingreso, obligando a los manifestantes a cortar la calle para poder expresarse. Tan desorbitado fue todo, que ya terminado el acto llegó otra camioneta con una decena de gendarmes más que marcharon en fila al encuentro con sus pares. Al llegar, vieron el panorama y se volvieron caminando despatarrados, con expresión de cierta frustración.
Tarjeta roja
El enojo, la bronca y también el dolor de todos los presentes por la imagen que mostraba la obra social de los jubilados esta mañana fue enorme. Potenciada además por dos eventos terribles que esta semana sacudieron a la comunidad: la quita de los servicios de salud a Combatientes de Malvinas –que dicho sea de paso tienen una placa de reconocimiento en el ingreso a la UGL IX- (VER CARTA PÚBLICA DE LOS VETERANOS), que el miércoles definieron ocupar pacíficamente el edificio; y el suicidio del jubilado en la sede marplatense de Ansés, que fue un cuchillazo en el corazón del país.
Por eso se hizo insoslayable contextualizar la situación del despido de la referente del Gremio Odontológico Argentino tras 15 años de prestar servicios en PAMI. La intervención permanente, el vaciamiento del Instituto, la privatización de las prestaciones, los policlínicos propios “prácticamente parados”, la falta de atención en localidades como San Lorenzo donde una jubilada murió por un edema de glotis, la precarización laboral y la falta de profesionales y personal en general son parte del panorama.
“PAMI es la obra social más grande del país, maneja el quinto presupuesto en importancia a nivel nacional y brinda cada vez menos y peores servicios. Acá no falta plata, faltan definiciones políticas que les devuelvan el derecho a la salud a los jubilados. El PAMI Rosario está dirigido por una troupe de incompetentes e indolentes que tienen plena responsabilidad de lo que ocurre. Faltan medicamentos, faltan camas de internación, y el servicio de emergencias que contrata PAMI es pésimo. Esta es una nefasta administración de la Directora incompetente Milva Sánchez, que en vez de dar respuestas pide el apoyo de Gendarmería para amedrentar a los trabajadores que nos organizamos y luchamos porque un PAMI mejor es posible. Queremos una obra social que garantice el derecho a la salud y no el negocio de la enfermedad”, expresó con clara indignación la referente de la Junta Interna de ATE en PAMI, Sandra Silvetti.
Ante esto el grito fue uno: “¡que se vayan todos!”, exigiendo la renuncia de toda la plana de abogados que dirige hoy PAMI, empezando por Sánchez. Además, se convocó a la marcha del silencio que se realizará el miércoles próximo a la mañana en San Lorenzo, organizada por familiares de la jubilada fallecida por no encontrar un sanatorio que la atienda.
Doble discurso
Pese a que en el telegrama de despido de Norma Cáceres no se aduce causa, en sus apariciones mediáticas Sánchez contó situaciones que justificarían el despido. Nunca esgrimió esos argumentos formalmente y menos en las reuniones.
Lo que sí reconoció en notas televisivas fue que las cápitas que se les paga a los profesionales, hoy en $12, estaban desactualizadas y debían aumentarse. Pero en las reuniones en el Ministerio de Trabajo no lo hacía con esa claridad y mucho menos parecía comprometerse en la rectificación de los montos. “Nosotros siempre que planteamos que los costos no cerraban, nos dijo que eso depende del PAMI central. Después de las reuniones en el Ministerio incluso intensificó las auditorías para perseguir compañeros y aplicar multas no menores a cinco mil pesos. Hasta sancionó a compañeras enfermas y recientemente convertidas en mamás”, contrapuso Cáceres.
La cereza del postre es que ya siendo notificada del despido, Cáceres recibió por estos días un cheque. No era su indemnización porque PAMI no la reconoce como empleada. Era un cheque fechado el 27 de junio, día del Trabajador del Estado, que pagaba $135,97 por prestaciones dadas en el mes de marzo. Una muestra práctica de la reiterada frase “nunca sabés cuándo te paga el PAMI lo que estás haciendo en su nombre”, tan escuchada en los profesionales.
La Directora de PAMI había prometido una respuesta para el día de ayer en torno a la situación de la Delegada Provincial del GOA. “Vinimos hoy a buscarla, a pedir la normalización del instituto y mi reincorporación y nos encontramos con Gendarmería en la puerta. Evidentemente seguimos en una situación de capricho”, consideró la odontóloga que fue despedida siendo único sostén de hogar.
Esta mañana un jubilado llegó con su bastón a la sede de PAMI mientras estaba la manifestación. Venía mirando para abajo, como muchos de los adultos mayores que va sabiendo que los turnos son para varios meses adelante. Se topó en el suelo con una bota y levantó la vista abriendo grande los ojos. El uniformado dejó por un momento su gesto adusto amenazante y esbozó un apretón de labios mientras inclinaba la cabeza habilitando el paso. Ese instante en que un jubilado pidió permiso a un gendarme para ingresar a su obra social, fue quizás la imagen más simbólica de la jornada.
*Nota y fotos: Sofía Alberti, Comunicación CTA Rosario