Por Matías Cremonte* | Sin duda los últimos años estuvieron signados, en cuanto a la relación Capital-Trabajo, por una importante puja redistributiva, que ha logrado (re)colocar la cuestión del salario en el centro del debate. No es poco, ya que por un lado, Argentina venía de una década sin negociaciones salariales debido a la vigencia de la ley de convertibilidad; y por otro, porque la discusión tiene lugar en un contexto internacional de crisis económica que en nada la favorece.Sin embargo, el debate transita por carriles más bien superficiales, en tanto no se aborda conceptualmente. Lejos está de ser una simple disquisición lingüística. Su tratamiento es una cuestión de fondo: la política económica de un gobierno y las posiciones que, en tal sentido, adoptan empresarios y movimiento obrero.
*Matías Cremonte es Presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, Director del Departamento Jurídico de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), y asesor legal de la Federación Obrera Ceramista de la República Argentina (FOCRA) así como de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIOyDARA).
Este artículo se publicó originalmente bajo el mismo título en la Revista de Ciencias Sociales, segunda época, año 4, Nº 21, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, otoño de 2012. Presente edición: Noviembre de 2016, por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina. México 1527/31 (C1097ABE), Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Diseño y diagramación: Ernesto Torres.