Por Sofía Alberti* | El martes 19 de diciembre una importante movilización se dirigió desde Plaza Montenegro a la San Martín para recordar en 16° aniversario de la rebelión y masacre del 2001. Con el sentimiento a carne viva por las enormes jornadas de protesta contra las reformas regresivas, se volvió a exigir cárcel al ex Gobernador y actual Senador Nacional Carlos Reutemann y se pidió justicia para los 9 asesinados y asesinadas en la provincia.
En aquel convulsionado 2001 nuestra provincia tuvo el triste récord de mayor cantidad de muertos respecto a la población. Bajo gobierno de Carlos Alberto Reutemann, al mando político de la policía santafesina, se desplegaron operativos de cacería y muerte en los barrios que terminaron con nueve víctimas fatales: Rubén Pereyra, Yanina García, Juan Delgado, Claudio ‘Pocho’ Lepratti, Graciela Acosta, Ricardo Villalba, Graciela Machado, Walter Campos (Rosario y alrededores) y Marcelo Pasini (Santa Fe).
A 16 años de aquellos hechos y en el marco de una sociedad convulsionada y movilizada por las reformas regresivas que busca aplicar el gobierno nacional con anuencia de buena parte de los gobernadores y gobernadoras, se realizaron diversas actividades en Rosario. El diálogo permanente de aquellos hechos con los actuales se hizo insoslayable.
Por la mañana en Tribunales Provinciales se montó una mesa navideña que marcó las ausencias de las víctimas de violencia institucional, la mayoría de ellas sin responsables juzgados. “No hubo avances en las causas, por eso exigimos lo mismo desde el primer día: justicia”, expresó Celeste Lepratti, hermana de Claudio ‘Pocho’ Lepratti, militante social y gremial de ATE –CTA asesinado en su lugar de trabajo el 19 de diciembre de 2001.
La también concejala por el Frente Social y Popular, consideró que a la luz de los hechos recientes existe una “continuidad de prácticas en las fuerzas policiales” y que la larga lista de personas asesinadas por fuerzas de seguridad desde 2001 a la fecha “habla de las faltas de sanciones a quienes llevan adelante estas prácticas y cómo desde los gobiernos no hay voluntad política de revertir la situación”. Para Lepratti, los hechos sucedidos en Buenos Aires el jueves pasado y en la jornada del lunes, cuando se desató una verdadera cacería tras la movilización de 500 mil personas, demostraron que “el aparato represivo del Estado está intacto”.
En torno a estos años de lucha, Lepratti destacó el acompañamiento de diversos sectores del campo popular que nunca claudicaron en la memoria y el pedido de justicia. Reiteró la exigencia de que “todos los responsables materiales y políticos rindan cuentas, porque la responsabilidad no termina en los dos policías que terminaron detenidos, en el caso de mi hermano Esteban Velázquez y Quiroz por el asesinato de Graciela Acosta. Nos dicen que al resto de los asesinados no los mato nadie. Y nunca citaron a declarar a Carlos Alberto Reutemann”.
Recordó especialmente el texto del Profesor Rubén Naranjo que por la década del noventa ya denunciaba que “Reutemann tiene predilección por los genocidas”. Es que en sus gabinetes puso en las áreas clave de economía y seguridad a personas vinculadas con el genocidio y los servicios de inteligencia formados durante el mismo: Juan Carlos Mercier (Ministerio de Economía); el Tte Coronel (RE) Rodolfo Riegé (Subsecretaría de Seguridad Pública); y posterior a ese texto ratificó su línea designando nuevamente a Mercier y a Enrique Álvarez (Secretaría de Seguridad).
Macri es Reutemann
La vinculación de ‘Lole’ y lo sucedido hace 16 años, con el sello del actual gobierno nacional brota. No sólo porque accedió a su banca de Senador por el PRO, sino porque incluso Velázquez, el tirador que asesinó a Pocho Lepratti, devino en activo militante de ese sector en la localidad de Arroyo Seco, una vez salido de prisión. “Macri es Reutemann y Reutemann es Macri”, sentenció firme Celeste.
Para Raúl Daz, Secretario Adjunto de la CTAA Rosario y dirigente de ATE local, “el aniversario del 19 y 20 toma notoriedad, pero De la Rúa se fue en el helicóptero y Macri está dispuesto a quedarse a cualquier precio”. Denunció los despidos en diversas áreas del Estado y consideró que el gobierno nacional “es el responsable de llevar el ajuste a una escalada represiva impensada” so pretexto de declarar como único camino “que el pueblo le transfiera recursos a los poderosos”.
Sobre los hechos que se vivieron en los últimos días en el país, consideró que “hay alma, hay pueblo, lucha y ganas. Se abre en Argentina la posibilidad, si nos sabemos organizar mejor, de una nueva fuerza que ponga en la cabeza de la sociedad de que a la democracia se construye con más democracia, no con más represión y ajuste, con más participación y no con decisiones unilaterales y peligrosas”. Destacó la presencia en el acto local del lunes, impulsado por la CTAA y la Multisectorial, de organizaciones sociales, estudiantiles y gremios de la CGT. “El camino es la calle, el acto de ayer (por el lunes) lo terminamos con el preámbulo de la Constitución Nacional, que en su simpleza nos invitan a pensar un país distinto”, concluyó.
Por su parte, el Secretario Gremial de la CTAA Rosario, Gustavo Brufman, analizó que “hay un pueblo entero movilizado de punta a punta del país contra lo que es la mayor ofensiva de ajuste, una ley ignominiosa contra los sectores más humildes de nuestro pueblo. Crece la conciencia social del conjunto de las clases populares y ese es la mejor conmemoración de lo que significamos con esta marcha, los 16 años de la gesta del 2001, cuando el subsuelo de la patria se levantó para tirar abajo el neoliberalismo, demostrando que es posible derrotarlo en la medida que tengamos unidad popular en las calles de Argentina”.
*Nota y fotos: Sofía Alberti, Comunicación CTAA Rosario
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