La firma láctea que tiene en vilo a 700 familias hace dos meses y medio pretendió avanzar con un procedimiento preventivo de crisis que incluya despidos, reducción salarial e indemnizatoria, además de suspensiones y otros puntos lesivos a los derechos laborales. Diputados nacionales manifestaron preocupación.
Obreros lecheros apuntaron que, al día de hoy, la firma perteneciente a la familia Espiñeira, adeuda el 96% del salario de junio más el SAC. La empresa presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis que, aspira, incluya: despedir al 30% del personal con el artículo 247 (50% de indemnización) y cobrada en 6 cuotas, la caída del Convenio Colectivo de Trabajo 2/88 que habilitaría una reducción salarial del 50%, suspensiones aleatorias semanalmente, y no ajustarse a la recomposición salarial por el plazo de 12 meses. Fue rechazado por el gremio ATILRA.
La Secretaria de Trabajo quedó a la espera de nueva documentación para sustentar el pedido patronal. “Los trabajadores insistimos que la actual es una crisis inducida por la misma empresa que no presenta datos reales sobre su situación y cómo llegó a esta instancia. Hoy se sigue con la retención de crédito laboral de cuatro horas por turno y se trabaja tres días de la semana, por faltas de insumos y materia prima”, expresaron desde la planta de Totoras.
Por su parte, Diputados y Diputadas de la Nación presentaron un proyecto de resolución en solidaridad con los trabajadores de Verónica. “Este cuerpo legislativo exige una pronta y eficaz intervención de la Secretaría de Trabajo de la Nación, que garantice el cumplimiento de las obligaciones de los empleadores y la continuidad de la totalidad de los puestos de trabajo”, plantea el documento legislativo suscrito por buena parte del bloque peronista. La iniciativa se suma a la impulsada en la legislatura provincial por referentes de distintos bloques.
Vale recordar que la última etapa del conflicto inició el martes 13 de mayo de 2025 con la retención de crédito laboral ante la deuda salarial y demás cargas sociales. Para medir el impacto, 200 familias dependen directamente de la misma sólo en Totoras, que tiene 14.000 habitantes.
Pero la crisis es arrastrada: se viene de un pago salarial en cuotas y desdoblamiento salarial. En marzo pasado el Gerente de Personal había propuesto a los trabajadores pagar los sueldos en cuatro cuotas: dos de 30% y las últimas dos del 20%. La propuesta llegó tras protestas por el atraso en pagos desde fin de año. Además de sueldos, la empresa incumplió pagos al gremio y su obra social. El declive viene de siete años. Los últimos dos años les han debitado aportes a prepagas, cuotas alimentarias y jubilaciones que no han sido depositados correspondientemente.
Comunicación CTAA Rosario