Por Comunicación CTAA* | Esta mañana la CTA Autónoma local encabezó junto a ATE Rosario Amsafe Rosario y SIPRUS, una importante movilización en la que se plantearon las exigencias de cara a la negociación paritaria provincial. Se expresó un fuerte rechazo a las decisiones políticas tomadas por el Gobernador Omar Perotti y sus ministros en torno a salario, condiciones laborales y cláusula gatillo.
El 2020 arrancó con reclamos, por lo que la marcha y el cese de actividades dispuesto por docentes y estatales y la movilización de profesionales de la salud este 19 de febrero, distan de ser la primera medida del año con mensajes claros a la gobernación. El retraso del pago de aguinaldo, el desdoblamiento de pagos a agentes públicos provinciales, la desarticulación del Área Salud y Trabajo, las referencias permanentes al fin de la cláusula gatillo, las valoraciones aduladoras de la Ley de ART del macrismo, fueron parte de los cortocircuitos iniciales entre el perottismo y les trabajadores dependientes del Estado Provincial.
La marcha partió desde Plaza 25 de Mayo hacia la sede local de Gobernación, donde se realizó un acto unitario. Estuvo presente el Secretario de Interior de la CTAA Nacional y dirigente de la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (FESPROSA), Jorge Yabkowski.
Además de un salario equivalente a la canasta familiar, los gremios salieron a reclamar este miércoles por “el sostenimiento de la cláusula gatillo, el aumento de las asignaciones familiares que son las más bajas del país con 260 pesos por hijo y 170 pesos de ayuda escolar anual. Son importes congelados hace más de cuatro años. Necesitamos recuperar lo perdido en la ‘era Macri’ que es un año de salarios. Los trabajadores seguimos pagando el ajuste”, aseguró la Secretaria General de ATE Rosario, Lorena Almirón.
Entre las disposiciones unilaterales que generaron amplio rechazo en las bases, el gobierno dispuso por decreto que el 4,1% de aumento pagadero en enero y febrero, entre a cuenta de paritaria 2020, cuando aún se adeuda el gatillo de noviembre y diciembre de 2020. La maniobra no es nueva: los gremios resistieron esa intentona de los gobiernos anteriores. “Lo que queda en claro que más allá de los colores políticos, a la hora de ajustar todos son la misma patronal”, azuzó Almirón.
“Algo que se demuestra en el sostenimiento de un reclamo que protagonizó nuestro pliego en 2019: la precarización laboral. Exigimos el pase a planta de todos los trabajadores y trabajadoras, la continuidad laboral. Solo a 15 compañeros de un colectivo 160 le pagaron diciembre y aun así les adeudan enero y febrero. Es inadmisible esta situación”, dijo Almirón.
“Esta paritaria nos encuentra con viejas preocupaciones en relación al atraso de nuestros salarios y el proceso de ajuste del período anterior. Vemos hasta el momento que no hay nada que indique que el ajuste ha terminado: la revisión de gatillo es más que preocupante. Venimos con una puesta en discusión de nuestros ingresos desde el pago de aguinaldo y modificación del cronograma de pagos. Este decreto del Gobernador que dice que las sumas del año pasado irían a cuenta de la paritaria de este año, es preocupante”, expresó la Secretaria General de SIPRUS Rosario, Elsa Sampallo.
Las y los afiliados a ese sindicato realizaron en esta jornada además un paro en las guardias de los Hospitales Provincial, Centenario y Baigorria y centros de salud, donde se atendieron sólo urgencias. Reclamaron por la situación de precarizados y monotributistas, exigieron pase a planta, equiparación salarial, pago de saldos adeudados, falta de insumos, entre otros puntos. “Hay deudas a distintos profesionales, algunos no cobran desde septiembre u octubre de 2019, también hay falta de insumos, medicamentos, gasa y dificulta mucho la atención”, expuso el Secretario de Finanzas de SIPRUS Rosario, Hernán Taborda.
Por su parte, Yabkowski, consideró que “el recorte salarial que impone el gobierno de la provincia va en consonancia con lo que sucede en otras, como el de Mazur en Tucumán o Arcioni en Chubut, donde hay medidas de fuerza, o del mismo Kicillof en Buenos Aires. El fin de la doble indemnización, el fin del congelamiento tarifario, se trata de estar preparados con un superávit de medio punto para la negociación con el FMI y los bonistas. Negociación que se hará a costas de los salarios de los activos y pasivos”, avizoró. Por eso, consideró que la salida sigue siendo acompañar en todo el país “los conflictos que plantean que el ajuste deben pagarlo los que se la llevaron con pala y no los trabajadores”.
“Hay que discutir honestamente las necesidades de los trabajadores y trabajadoras. Los compañeros y compañeras plantean en las asambleas que no hay margen para que se descargue un ajuste sobre nosotros”, dijo Sampallo. “Necesitamos un aumento importante para recuperar lo perdido y cláusula gatillo. Acá el que no lucha le hace el juego a la derecha”, concluyó Terés.
*Comunicación CTAA Rosario – Nota: Sofía Alberti . Fotos: gentileza Natalia Galarza, Carlos Salazar y Prensa Fesprosa