La CTA Autónoma Regional Rosario, como parte de la Asamblea 19 y 20, convoca a las actividades conmemorativas del estallido social producido a fines del 2001. Habrá acto en Tribunales, homenajes a Celeste Lepratti y marcha. Ante un ajuste profundizado contra el pueblo y las amenazas represivas ¡a poblar las calles!
Pasaron más de dos décadas de aquellos 19 y 20 de diciembre de 2001. Un desgastado gobierno de la Alianza daba sus últimos embates y, un pueblo hambreado tras años de miseria, salió a las calles. No se bancó el hambre, la confiscación de depósitos, las medidas neoliberales que terminaron matando áreas estratégicas, no se bancó el dictado de estado de sitio.
Las similitudes y diferencias de aquellos momentos con el actual, son varias. Pero el escenario tanto desde el sufrimiento popular, como de la amenaza represiva a quienes marchen, vuelve a expresarse en este 2023. Por eso, con mucha fuerza en Rosario se convoca el martes 19 a un acto con las familias de las personas asesinadas veintidós años atrás, a las 10.00 en Tribunales Provinciales, donde se realizará también un homenaje a Celeste Lepratti (ver abajo).
En tanto el miércoles 20, a las 17.00 se marchará como cada año, desde Plaza San Martín hacia el Monumento Nacional a la Bandera, donde se leerá un documento conjunto de las organizaciones convocantes.
Escenarios
No es casual que el gobierno autoproclamado ‘liberal libertario’ lo primero que hizo tras asumir el 10 de diciembre, fue dar más beneficios a los ricos y empobrecer más aún a los pobres y sectores medios. Desde la CTAA Rosario consideraron por ello fundamental rescatar dos dimensiones del 2001.
Una, en tanto dimensión de rebelión popular con autoorganizacion, un pueblo que salió a pelear contra las injusticias y las desigualdades sobrepasando a las organizaciones y creando nuevas instancias deliberativas. Aquella expresión masiva tuvo su correlato represivo estatal, que dejó al menos 39 asesinados y asesinadas en el país, nueve de ellos en la provincia de Santa Fe. Por ello, se sostiene más firme que nunca la exigencia de juicio, castigo y reparación a las familias de las víctimas.
La segunda dimensión se ubica en el escenario de desigualdad creciente, inflación desbordada, pobreza, precarización laboral, inflación en aumento, ingresos devaluados, que denotan políticas de ajuste sostenidas en el tiempo y que vienen a profundizarse con medidas salvajes tendientes a profundizar la transferencia de ingresos de los sectores más postergados a los más poderosos. Pero, para los sectores de poder político, el ajuste no cierra sin represión y la (nuevamente) ministra de Seguridad, Patricia Bullrich anunció un protocolo anticonstitucional para inhibir no sólo el reclamo callejero, sino la expresión social en todos sus niveles.
Frente a ese punto, la Central reafirma la unidad de acción en las calles, con fortalecimiento de los canales de diálogo y articulación con todas las organizaciones de la sociedad civil. La legitimidad de los reclamos democráticos del pueblo para recuperar lo robado y defender los derechos que le quedan, es indiscutible. La necesidad de salarios y jubilaciones dignas y el freno al pago de la deuda que el propio Luis Caputo negoció y fugó durante el macrismo, y la que ahora como ministro de Economía estatiza del sector privado, es irrenunciable.
Un año sin Celeste
Este 2023 será el primer acto que no esté encabezado por Celeste Lepratti. La hermana de Claudio, quien fue asesinado por la policía el 19 de diciembre en el techo de la escuela donde trabajaba –mientras exigía fin del tiroteo porque había pibes comiendo-, militante social y ex concejala local, falleció pisando el fin del año pasado.
Fiel a su fortaleza y convicción, una semana antes de su partida física habló en Tribunales, denunció nuevamente a los responsables políticos, materiales e intelectuales de la masacre y a sus cómplices en la actualidad. También repartió críticas hacia algunos sectores que prefirieron mirar ‘para otro lado’ en torno al reclamo de justicia y reparación a las familias. Celeste fue fuerza, temple y amalgama. Su ausencia representará un vacío enorme que, a fuerza de construcción colectiva, se intentará menguar en este 22º aniversario.
Memoria
Tras el desguace neoliberal del gobierno nacional de Carlos Menem, asumió la Alianza encabezada por Fernando De la Rúa. Prometiendo terminar con una serie de privilegios, el gobierno de coalición del radical, se precipitó nuevamente a medidas ortodoxas encabezadas por el mismo Domingo Felipe Cavallo –quien fue ministro de Relaciones exteriores y de Economía de su criticado predecesor, Menem-.
Hubo medidas que profundizaron la pobreza, se extendían los movimientos de desocupados, el 1 a 1 (un peso un dólar) había estallado en su propia ficción, consolidando a los grupos económicos concentrados y extranjeros, que se dieron una panzada de recursos. Vinieron el corralito, los saqueos y el estado de sitio. Con una memoria más fresca del proceso dictatorial y viendo a la policía montada atacar a las Madres de Plaza de Mayo, la salida a las calles fue masiva.
Durante el 19 y 20, fueron asesinadas al menos 39 personas en el país. Nueve en nuestra provincia bajo el gobierno de Carlos Reutemann, que murió impune, sin jamás dar una explicación de las 9 vidas arrebatadas por sus fuerzas de seguridad. Pocos casos tuvieron responsables materiales juzgados y los responsables políticos no tuvieron condena.
Comunicación CTAA Rosario