El 2 de octubre quedará en la historia por la masividad de las movilizaciones en defensa de la educación pública en el país. Rosario gritó en cien mil voces, que coparon el microcentro exigiendo que no se vete el financiamiento universitario. Fuerte mensaje popular a Milei.
A las cuatro de la tarde ya costaba transitar la zona de la Plaza Montenegro. Un sinfín de cuerpos, trapos, carteles y megáfonos se multiplicaban. La convocatoria era clara y la profundidad de la apropiación de la consigna marcó un límite a la política de ajuste del gobierno nacional y los provinciales: la educación pública, no se toca.
Salía gente de todos lados. Hubo quienes no avanzaron del sitio de concentración por dos horas, porque como una telaraña, columnas de las calles laterales se sumaban a la principal. De hecho, por momentos había marchas en diferentes arterias paralelas que conducían al Monumento.
La convocatoria de la CTAA Rosario reunió, también en el marco del paro estatal y docente, a diferentes sectores. Se planteó no sólo el repudio al ajuste cruel, sino también la defensa de los puestos de trabajo y de la ciencia y técnica nacionales.
“La universidad se pintó de pueblo, convergieron en un sentido amplio todas las comunidades educativas con todas sus organizaciones, obreros con sus familias, los barrios. La universidad pública está inscripta en la conciencia y el corazón de la gente como una de las conquistas más preciadas de nuestro pueblo. Eso explica semejante adhesión. Aún sectores que votaron a Milei, no discuten el carácter público de la educación en todos sus niveles”, consideró el Secretario Adjunto de la CTAA Rosario y referente docente, Gustavo Terés.
“Esto no es el final, es parte de una larga batalla, porque tenemos el presupuesto educativo más bajo de los últimos 40 años. La solidaridad incondicional del pueblo es la reciprocidad que después los jubilados, las trabajadoras y trabajadoras necesitan también de los sectores medios”, analizó. Y consideró que “el veto sigue siendo una medida autoritaria y antidemocrática más allá de las atribuciones presidenciales”, deslegitimada tanto por la mayoría parlamentaria que “votó un presupuesto que le permite sobrevivir a la universidad pública” y la masiva movilización que “plebiscitó un apoyo incondicional a la educación pública en las calles”.
“Educación es uno de los sectores más grandes de la ATE en todo el país, el que menos gana y es parte de la comunidad educativa y pedagógica de todos los niveles. También tenemos cantidad de profesionales en ciencia y técnica, que vienen peleando por los puestos de trabajo, salarios dignos y la inversión pública en el área. Las y los estatales marcharon entendiendo la necesidad y la urgencia en defender la educación pública. Es posible lograr la masividad, identificando lo que nos unifica para ser más fuertes. Tenemos que seguir ese camino, con más organización que nunca, esa tarea la asumimos como Central de Trabajadoras y Trabajadores, convocando a todo el pueblo”, dijo la Secretaria General de ATE y CTAA Rosario, Lorena Almirón.
Comunicación CTAA Rosario – Fotos: Sofía Alberti