Esta semana se dieron diversas acciones vinculadas a la denuncia de la concentración económica, la contaminación ambiental y la defensa de los derechos de la población. Entre ellas, las pintadas contra el mega complejo de Mc Donald’s en el Parque Independencia y el repudio al remate del primer lote de soja.
El 20 de abril en las puertas de la Bolsa de Comercio, militantes de diversas organizaciones, entre ellas la CTAA Rosario, expresaron su rechazo a “los negocios derivados de un modelo de hambre, endeudamiento y ecocidio” en el momento en que se inicia formalmente el proceso de comercialización de la nueva cosecha.
“Es un ritual que se celebra de espaldas al pueblo, una danza de millones bendecida por empresarios, agroexportadores, especuladores financieros y funcionarios de los distintos niveles del Estado, donde el poder celebra el hambre y el saqueo de donde extraen sus ganancias”, explicaron en la convocatoria.
Además, con el lema “no queremos un Mc Donald’s en nuestro parque”, activistas locales expresaron su oposición a la instalación de dicha cadena en uno de los pulmones verdes de la ciudad.
“La Municipalidad de Rosario sigue apostando a un modelo de ciudad que parece ignorar la evidencia. Las obras para la instalación de un nuevo local de Mc Donald’s en el predio del Parque Independencia iniciaron hace dos semanas y desde el primer momento se produjeron manifestaciones en contra por parte de los vecinos, que fueron ignorados por un gobierno que recibe a grandes empresarios pero no a ciudadanos organizados”, fundamentaron quienes encabezaron la protesta.
“Lo primero que debemos mencionar es lo obvio: cualquier construcción edilicia en un parque implica una pérdida de espacio verde, del cual Rosario se enorgullece, y sin embargo entrega 3.000 mts2 a una empresa multinacional, sacando árboles y trasplantando otros para darle paso a una construcción. Los espacios verdes son imprescindibles para que la temperatura no continúe aumentando y las “olas de calor” no empeoren”, argumentaron.
Sin dudas, ambas acciones, dan cuenta de la necesidad imperiosa de visibilizar la gravedad de la situación de cara a una comunidad que sufre incesantemente los efectos de la violencia en diversas áreas, derivadas de la concentración y expoliación económica. Siempre con zonas de sacrificio que significan ni más ni menos que abandonar la posibilidad de pensar, ya no sólo una vida digna, sino la posibilidad de una existencia humana en el mediano plazo.
Comunicación CTAA Rosario