Por ATE Rosario* | La Secretaria General de ATE Rosario y de Organización de la CTAA local, evaluó la coyuntura santafesina, detalló los planteos de las bases en las recorridas de lugares de trabajo y se expresó sobre puntos destacados de la actividad gremial, local y provincial. “El rol del Consejo Directivo Provincial de ATE en la pandemia fue nulo. Nos quisieron meter que se podían ganar cosas sin lucha”, fustigó. Y sobre las y los candidatos en campaña opinó: “parecería que una mayoría viene de otro planeta con mensajes desfasados de la realidad”.
¿Cuál es la lectura sobre la política salarial del gobierno provincial?
Una vergüenza. Lo que venimos exigiendo hace meses es la reapertura de la paritaria salarial y no está sucediendo. Se debe reabrir e ir monitoreando la inflación respecto al poder adquisitivo y aumentos de alimentos, transporte y servicios. Eso repercutió muy fuerte en el bolsillo de trabajadores y trabajadoras.
Parece una cargada del gobierno de Perotti que nos adelanten el 4,5% y no la cuota completa del 9%. La misma patronal le adelantó todo junto a Municipales, es parte del destrato del gobierno de Omar Perotti con los trabajadores y trabajadoras, especialmente con los esenciales a quienes no se le garantizan cuestiones fundamentales ni antes, ni durante la pandemia, ni ahora. Plata hay con superávit en la provincia y debe invertirse en salarios y obras públicas, para cambiar la calidad de vida. Pero parece que lo esencial, es invisible a los ojos de Perotti.
¿Qué inquietudes te presentan las y los compañeros en las recorridas por lugares de trabajo?
Las condiciones de trabajo en la presencialidad. Las recorridas en educación y salud expresan preocupación por el retorno, especialmente las personas con factores de riesgo. El Decreto 1460 de Perotti, no se condice con el decreto nacional, no nombra las enfermedades que te exceptúan para volver a la presencialidad. Hay un vacío siempre en las normativas que saca la provincia, quedamos todos sin saber para dónde ir. Durante toda la pandemia nos bombardearon con decretos, circulares y demás, que sólo desinformaron.
Hay incertidumbre hoy en el retorno al lugar de trabajo, si volvés a una escuela con falta de agua, gas, espacio o elementos de protección personal; o a un centro de salud u hospital sin insumos o carencia de servicios esenciales. Este último año abrazamos decenas de escuelas y centros de salud que no tenían cuestiones básicas, hay un tercio de las escuelas que siguen sin tenerlas.
También hay un tema no atendido que es la problemática de la salud mental de las y los trabajadores, el ‘síndrome de la cabeza quemada’ entre quienes no han tenido descanso ni posibilidad de licencias. Es un sector donde faltaron todas las condiciones: salarial, de infraestructura, de cuidado, de contratación. Eso desmoraliza a los trabajadores y trabajadoras porque no te garantizan, ni podes proveerte, lo mínimo indispensable: tienen que trabajar en muchos lugares, a destajo y ni así llegan a un sueldo digno.
La existencia de Comités Mixtos de Seguridad e Higiene ¿hubiera posibilitado un mejor abordaje del tema de la pandemia, las comorbilidades e incluso la salud mental entre el personal del Estado?
Tenemos hace más de diez años una ley reglamentada que no se ha implementado, ni en el sector público ni en el privado, integralmente. A la vez se pauperizaron las condiciones de trabajo. Es una instancia paritaria que sirve para muchas cosas y permitiría abrir y tener hasta perspectiva de género en ese espacio. Hay que constituir urgente los Comité Mixtos y que no sean una fachada: queremos transformar las realidades y la forma de trabajo, mejorando la calidad de vida.
En esto también salud laboral es clave y, desde que asumió el gobierno, no existe. Hay compañeros y compañeras esperando largo tiempo respuestas sobre una licencia.
¿Cuáles son los planteos del gremio sobre políticas para el sector de jubilados y jubiladas?
A modo de autocrítica, el sindicato no trabajó lo suficiente con ese sector, algo que hace dos años estamos revirtiendo. Hubo paritarias que no se trasladaron a los haberes, pagan más en concepto de obra social que los activos, los bonos otorgados al personal en funciones tampoco se trasladaron ni abonaron a obra social ni jubilación. En la provincia no se implementó el bono nacional de agosto. El jubilado o jubilada, cobra un 72 a 82% del sueldo de un activo, y si nuestros sueldos son una miseria, ellos están peor. Hay que atender sus necesidades y derechos ya.
¿Cuál ha sido el rol de los Consejos Directivos Provinciales en pandemia?
El rol del CDP de ATE en la pandemia fue nulo. Nos quisieron meter que se podían ganar cosas sin lucha, cosa imposible, porque se gana con las trabajadoras y trabajadores en las calles o creando formas de reclamar, como hicimos en la Seccional. La acción de los paritarios fue inexistente, recién ahora empezar a exigir jurisdiccionales (reuniones por lugar de trabajo), pero deben hacerlo para definir más que expedientes. No se puede ir a bajar la cabeza ante un gobierno que te hace negociar con un funcionario del Ministerio de Economía las cuestiones elementales, cuando tenés salarios de pobreza y deben la promesa del pase a planta, habiendo 4500 personas en esa situación.
Los paritarios deben ir a fondo contra la precarización laboral. Hay sectores como acompañantes personalizados y convivenciales, que les pagan con una tarjeta recargable como la SUBE, no tienen ningún derecho, hay personas que esperan un año para cobrar por cuestiones burocráticas –hablamos de un monto de 30 mil pesos- y si hay un cambio de gestión empezás de cero.
¿Tampoco hubo consultas del CDP a las seccionales?
Todas las paritarias las cerró el CDP. Las seccionales nunca fuimos convocadas a una asamblea, ni siquiera de delegadas y delegados provinciales de forma virtual.
¿Qué se viene para ATE en septiembre tras la caída del decreto que prohibió actividades gremiales presenciales?
Fuimos el último sector en permitirle activar. Igual hicimos todo lo que teníamos que hacer, en los últimos meses le di a la policía mis datos una veintena de veces. Lo que se viene es muy importante, porque es la renovación de todos los mandatos vencidos de delegados y delegadas, que tenemos tiempo de renovar hasta febrero. Siempre decimos que en nuestra organización define la asamblea y los delegados de base. Es importante renovar los cuerpos y juntas internas, poder recorrer todos los lugares de trabajo, participar de las asambleas y convocatorias del sindicato. Son una alegría siempre los ámbitos de democratización, para que crezca la organización con participación, con más afiliados y afiliadas. No sólo para darles protección y anclaje gremial, sino también beneficios, que cada vez crecen más.
¿Qué opinás del desarrollo de la campaña electoral?
Hay poco ánimo en la población para las elecciones y no se ven ni debate, ni propuestas de los candidatos para saber qué pretenden con la educación, la salud, la niñez y adolescencia. Tuvimos la reunión por la Ley Vanesa y nadie se expresa sobre eso en la provincia, tampoco sobre los presupuestos municipal, provincial y nacional, el funcionamiento de espacios importantes como el Consejo de Niñez.
Deberíamos poder ir a votar con las propuestas claras por anticipado, no de este modo que genera más desinterés y apatía en quienes la están pasando mal. Parecería que una mayoría de las y los candidatos vienen de otro planeta con mensajes desfasados de la realidad. Se necesitan capacidad, propuestas y voluntad política en diálogo con las organizaciones de la sociedad civil para mejorar y transformar el estado de las cosas. Queremos que nos den a conocer sus proyectos y que sepan que los sindicatos tenemos propuestas, que las seccionales tenemos qué decir sobre muchos temas.
*Equipo de Comunicación ATE Rosario