Por Cecilia Ferreyra* | Año a año las mujeres vemos vulnerados muchos de nuestros derechos, el de la salud es uno de los más postergados. El rol de cuidado que nos impone el modelo patriarcal hace que la atención esté puesta en les niñes, les adultes mayores y no en nosotras mismas.
En estos momentos que atravesamos con la pandemia del llamado Covid 19, llevamos postergados los controles de rutina y somos muchas las que estamos al frente en la primera línea de fuego: 6 de cada 10 trabajadoras de la salud somos mujeres. Esto ha desnudado un sistema de salud con falencias, con pocos recursos materiales y humanos con salarios que están por debajo de la línea de pobreza, lo que nos lleva a la mayoría al pluriempleo, luego de largas horas de trabajo llegar a nuestros hogares y acompañar la rutina familiar nos lleva a ser parte de una doble opresión.
La violencia que a menudo sufrimos en los lugares de trabajo o en nuestros hogares nos ha llevado a dar una batalla incansable por erradicar la violencia de género. En nuestra provincia se ha conquistado la Ley de Licencia por Violencia de Genero para las trabajadoras del estado, pero aún no se ha promulgado, lo cual nos empuja a tomarnos licencias por salud mental lo que nos vulnera y nos etiqueta.
Ante esto damos pelea y hemos conseguido algunos derechos, como el Día Preventivo de Salud, la creación de lactarios, la Ley de Parto Respetado, el acceso a la Educación Sexual Integral, entre otros.
Nada es casual y en este día en particular se cumplen 15 años de la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, que tiene sus cimientos en el XVIII Encuentro Nacional de Mujeres realizado en Rosario en el año 2003 y en el XIX ENM desarrollado en Mendoza en el 2004.
En nuestro país la ilegalidad del aborto da lugar a prácticas diferenciadas según la condición socioeconómica de la mujer y a la falta de información; esta clandestinidad ha llevado a la muerte a muchas mujeres.
La despenalización y legalización del aborto es una herramienta para que las mujeres que decidan interrumpir un embarazo tengan atención segura y gratuita en los hospitales públicos y obras sociales de todo el país.
El lema de la campaña y su trabajo de años es integral: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”. Esto implica realizar modificaciones en los sistemas de Educación, Salud y Justicia, y también, por supuesto, profundos cambios culturales.
Este 2020 el aborto legal SERA LEY.
*Cecilia Ferreyra, Secretaria de Género CTAA Rosario
