Por Sofía Alberti* | Esta mañana 44 trabajadores de Cargill Alvear y Villa Gobernador Gálvez no pudieron ingresar a trabajar y recibieron en horas subsiguientes telegramas de despido. En Bahía Blanca ayer había sucedido lo mismo con un empleado. Todos ellos habían recibido ‘el ofrecimiento’ de retiro voluntario de la multinacional. Denuncian que se trata de despidos discrecionales, que se engloban en el ajuste y la reforma laboral defendida por el gobierno nacional. El gremio aceitero puso en paro total las tres plantas. Hay presencia de Prefectura.
Con el sol despuntando, como cada día, los trabajadores se disponían a entrar al gigante portuario de la zona costera del Paraná. La empresa había intentado en semanas previas retirar voluntariamente a un grupo de trabajadores, la mayoría aceiteros y algunos afiliados a Empleados de Comercio. Muchos de ellos con carpetas médicas producto de enfermedades laborales y promediando los 40 años de edad. Luego de maratónicas reuniones se logró detener la intentona, pero este martes Cargill cortó el ingreso a 44 obreros del sur santafesino, 16 de la planta Punta Alvear y 28 Villa Gobernador Gálvez, que se suman al cesanteado el lunes en Bahía Blanca.
“Quieren disciplinar a los aceiteros, estas son las plantas más grandes en Argentina de Cargill”, contó Adrián Dávalos, Secretario General del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros de Rosario y Comisión Directiva de la Federación Aceitera y Desmotadora. “El año pasado fue la empresa que más exportó, que más dinero ganó. Con todos los gobiernos hacen grandes negocios y con este (por el de Mauricio Macri), más. Los compañeros están despedidos sin causa. Quieren doblegar al trabajador dentro de la fábrica”, coincidió Sergio Díaz, Secretario de Prensa del Soear y trabajador de la firma.
Promesa al tacho
Diez días pasaron desde aquellas reuniones de hasta cinco horas en la sede de Cargill, donde los delegados exigieron que, de haber una reestructuración, se diera “con toda la gente adentro”. La empresa accedió de palabra, pero no en los hechos y vinieron los despidos. Significativos por otra parte para un plantel de 600 trabajadores.
Instantáneamente, los aceiteros iniciaron el paro por tiempo indeterminado e iniciaron las denuncias en la cartera laboral. “Permanecemos en las puertas de esta empresa a la que no sólo la satisface ganar mucha guita, sino mantener oprimido y flexibilizado al trabajador. Es un anticipo de lo que puede pasar con el sistema de reformas que se intentan aplicar desde el gobierno nacional “, indicó el Secretario de Salud Laboral de la Federación Aceitera y trabajador de Cargill, Marco Andrés Pozzi.
“No son despidos al voleo. Los retiros de voluntario tienen muy poco, porque el primer reclamo que hicimos es que carecían de criterio. El primer llamado fue a gente con licencias médicas, gente lesionada dentro de la planta, y que escasamente pasan los 40 años y tienen como mucho diez años de antigüedad”, explicó Pozzi.
Ajustazo
De la asamblea obrera participó también el Secretario General de la CTA Autónoma Provincia de Santa Fe, Gustavo Martínez, quien llevó el apoyo y reconocimiento a la lucha aceitera y recordó que la situación atraviesa a la clase en su conjunto. “En estos momentos hay una conferencia de prensa por los despidos en el INTI, un paro de 96 horas de Senasa, venimos de caravanas por el vaciamiento de Fabricaciones Militares y los despidos en el Hospital Posadas y podemos seguir sumando casos. Están avanzando sobre los trabajadores y como decían ustedes en la asamblea el camino es la unidad y la lucha”, dijo.
En el Estado Nacional escalan a 3000 los despedidos y preocupa el vaciamiento de áreas nodales mientras se anuncia el congelamiento de salarios jerárquicos que rondan los 180 mil pesos mensuales. Si ese es el mensaje desde el gobierno, se explica cómo actúa de esta manera una empresa como Cargill que en 2017 facturó 47.835 millones de pesos en su sede Argentina (con ingresos mayoritarios por exportación)*. A eso se suma que, como las demás gigantes del sector agroexpotador, pasó de tener la obligación de liquidar ganancias entre 30 y 90 días a 3650 y ya no tiene que traer el dinero de sus ventas al país.
Uno de los datos relevantes de los últimos diez días fue precisamente la presencia del Presidente Mauricio Macri en el Foro de Davos, donde frente los dueños de las principales empresas del mundo, entre ellos el CEO de Cargill David W. MacLennan, dijo “nosotros cortamos el pasto, ustedes hagan los goles”. Sin dudas la empresa va por un penal en el minuto uno. Pero del lado de los trabajadores y sus organizaciones gremiales no parece haber resignación.
“Vamos a seguir con la medida y el sindicato está en estado de alerta y movilización. Puede extenderse a todas las plantas y se resolverá en asamblea general. Los trabajadores no somos figuritas, vamos a presentarles pelea hasta el final”, concluyó Dávalos.
Nota y fotos: Sofía Alberti, Prensa CTAA Rosario – Provincia de Santa Fe
*Estudio del economista, profesor y asesor de la Federación Aceitera, Sergio Arelovich, quien expuso los ingresos de las principales empresas del sector en el Plenario de Delegados Aceiteros y Desmotadores del 2017.