De pobreza cero a pobreza récord

Por ATE Rosario | La Junta Interna de ATE en el INDEC difundió impactantes datos de pobreza: casi tres millones de argentinos/as pasaron a ser pobres en sólo un año. Entre quienes trabajan en ese organismo, el 68% no cubre la canasta básica con su salario.

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Los trabajadores y las trabajadoras de la Junta Interna de ATE en el INDEC difundieron hoy un informe que da cuenta de los niveles de pobreza de la sociedad argentina. En ese marco, también ilustraron la situación en función de sus propios salarios, desempeñándose en ese organismo. De esa manera, dan cuenta de que el 68% de ellos y ellas no logra cubrir la canasta básica con su salario. Así, se suman a los casi tres millones de argentinos/as que pasaron a ser pobres en tan solo un año.

A modo de promedio, quienes integran esta junta interna exhibieron la grilla salarial del Personal Transitorio y del art. 9º Ley Marco (Res. 48) con título terciario. En base a ella concluyeron en que el 68% de los trabajadores y las trabajadoras del INDEC no alcanzan a cubrir con su salario el valor de la canasta básica. En tanto, también denunciaron que sólo el 21% está en planta permanente y, por lo tanto, posee estabilidad laboral. Esta situación es muy parecida a la que podría registrarse en buena parte de los organismos estatales de todos los niveles.

Estos empleados/as precarizados/as y con bajos salarios son, a su vez, quienes se encargan de medir y analizar los datos que informa el INDEC, entre ellos el de la pobreza. En este caso, dan cuenta de que a fines de 2018 la tasa de pobreza resultó 6,3 puntos mayor a la de fines de 2017, lo que implica que “casi tres millones de argentinos pasaron a ser pobres, en sólo un año. Para encontrar una suba mayor debemos remontarnos ni más ni menos que a la crisis de 2001-2002”, explicaron.

“Esto significa que unos 14,3 millones de los 45 millones de argentinos son pobres, es decir, contando todos los ingresos del hogar (trabajo, jubilaciones, asignaciones), no llegan a juntar para una canasta muy básica, cuyo precio actual para una familia tipo en el Gran Buenos Aires es de unos $28.000. A su vez, casi tres millones de personas son indigentes (6,7%)”, detallaron.

En ese contexto, denunciaron “el relato del gobierno macrista y de los gobernadores”: “Este gobierno prometió en campaña ‘Pobreza Cero’, pero apenas asumido reconoció que se trataba de ‘un deseo’ y cínicamente pidió que lo juzguen por lo que pasaba con la pobreza. Ahora dicen: ‘Vamos a tener la misma pobreza que cuando asumimos, pero distinta, porque tenemos una economía lista para crecer y hemos atacado la pobreza estructural’. Si bien el INDEC no cuenta con un indicador continuo de pobreza estructural, se pueden comparar datos de la Encuesta Permanente de Hogares con indicadores sobre distintos temas ‘estructurales’ de condiciones de vida, como vivienda, acceso a servicios, salud y educación. ¿Qué nos encontramos cuando miramos esos datos? Casi nada. Los “avances” que se ven entre 2016 y 2018, son ínfimos, en muy pocos casos las diferencias son significativas. No se observa ningún “salto cualitativo” que amerite que el Presidente diga que estamos “mejorando en lo estructural”. El porcentaje de población que vive sin saneamiento adecuado, sin agua corriente, en viviendas deficitarias a fines de 2018 era muy parecido a lo que había en 2016, y las pocas mejoras no son novedad, sino que continúan tendencias previas”, puntualizaron.

Además, vaticinaron que es muy probable que en septiembre, cuando el INDEC publique los datos de pobreza correspondientes al primer semestre de 2019, “la tasa de pobreza sea incluso mayor que la que se dio a conocer días atrás. Esto debido a la inflación y el ajuste que no cesan, sumado a que los salarios son cada vez son más magros”.

Precios

Finalmente, el informe también brinda detalles sobre los números de la inflación: desde que asumió este gobierno hasta febrero 2019 los precios subieron un 190%, con un promedio anual de casi el 40%. Esto lo padecemos día a día lxs trabajadorxs y los sectores más vulnerables de la sociedad, que vemos caer el poder adquisitivo de nuestros ingresos con subas de tarifas, el transporte y los alimentos que ganan la carrera de aumentos”, analizaron.

Además de la inflación, que sigue altísima, también dieron cuenta de que “el mercado de trabajo se está despedazando, con destrucción de puestos de trabajo de calidad, aumento de la desocupación, la subocupación y la informalidad”.

Pero, concluyeron “no son incapaces. Simplemente son parte de una clase que quiere un país empobrecido, sin escuelas públicas, sin salud, para que ellos, sus aliados de los demás bloques políticos que se dicen opositores (pero le garantizaron todas sus leyes), sus funcionarios y sus empresarios amigos, puedan saquearlo sin ningún prurito”.

* Equipo de Comunicación ATE Rosario

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