Una masiva marcha de estatales, docentes y profesionales de la salud recorrió el microcentro de Rosario el martes, en el marco de un paro. La falta de una propuesta digna, el destrato del gobernador, las carencias diarias en los lugares de trabajo y la creciente violencia, colmaron de bronca el trayecto desde la Plaza 25 de Mayo a la San Martín.
Transitando la última quincena de marzo, trabajadores y trabajadoras de la provincia no tienen una propuesta salarial acorde a la inflación para el 2024. El gobierno, que abrió en enero las conversaciones paritarias solo para alardear, ya les ‘comió’ poder adquisitivo retrasando el pago de la deuda de 2023. Con un 36,6% de inflación sólo en los dos primeros meses del año y, en el mejor de los casos, pivoteando un 50% en el trimestre, la propuesta fue del 9%.
Así las cosas, en una ciudad sitiada por las amenazas, los asesinatos y las balaceras, la postura del gobierno provincial parece ser la del desgaste. Una actitud de una insensibilidad y una imprudencia notable: por un lado, porque hay quienes cobran un tercio de lo que se necesita sólo para mantener una canasta alimentaria familiar. Por otro, porque a quienes se condena a reducción salarial, falta de cargos, de recursos e infraestructura, son las personas que cada día ponen el cuerpo en los territorios para conectar a la población con lo vital, con lo comunitario.
Es por eso que la bronca saltó fuerte este martes en el cese de actividades y movilización unitaria entre ATE Rosario, Amsafe, Sadop y Siprus. Desde Plaza 25 de Mayo a la San Martín, miles de voces agitaron consignas como “plata hay”, “el hambre es un crimen”, “la lucha que se pierde es la que se abandona” y “basta de ajuste”.
“Exigimos a los gobiernos que se pongan a resolver el problema de la seguridad, y la única manera de resolverla es con más presencia del Estado en los lugares de trabajo, con más cargos, con más presencia de todos los sectores del Estado. Y generando los puestos de trabajo que necesitamos”, dijo la secretaria general de CTAA y ATE Rosario, Lorena Almirón en un fuerte discurso.
De cara a Maximiliano Pullaro y ante la sede local de su gobierno, le planteó tres puntos: “que pague la deuda del 2023”, “que pague a los reemplazantes que no están cobrando” y que “el aumento salarial tiene que ser un 60%, mínimo. Acá no tenemos que regirnos por la recaudación, sino por la inflación para actualizar, que es lo mínimo”. Y alertó que según el reciente dato de la Junta Interna de ATE Indec, el salario mínimo para cubrir necesidades elementales de una familia debió ser de $1.049.820.
“Venimos a decirle fuerte al Gobernador que rechazamos las rebajas salariales que nos quiere imponer, que tenemos dignidad, que nos agonizamos frente al poder de turno y que sabemos muy bien cómo defender el salario, nuestras condiciones de trabajo y la escuela pública”, afirmó el delegado departamental del Amsafe Rosario, Juan Pablo Casiello.
Al igual que Almirón con los despidos en el Estado Nacional, el dirigente apuntó la “brutal ofensiva” del gobierno de Javier Milei. En su caso, apuntando la quita de los fondos de educación y la suspensión del incentivo docente. Por eso exigió “que vuelva el incentivo docente, que lo actualicen y que defiendan la caja de jubilaciones, para defender la obra social y todos los otros derechos”.
El secretario general de SIPRUS Rosario, Jerónimo Ainsuaín, expresó que “nosotros y nosotras atendemos cualquier epidemia que anda dando vuelta. Y hablando de epidemia, venimos de varios males en salud. Venimos del problema de las inundaciones con barrios anegados y con todos los problemas de salud que eso trae. Venimos de la escalada de violencia y venimos de más de 12.000 casos de dengue en la ciudad de Rosario. Dicho sea de paso, para que el señor gobernador sepa, y los ministros y todos los funcionarios sepan, todos esos problemas de salud son atendidos por profesionales que en los últimos tres meses perdieron 40% del poder adquisitivo frente a la inflación, están trabajando precarizados y sin insumos muchas veces”.
Y fustigó sobre las campañas centradas en el descacharreo y el accionar sólo ciudadano: “le pedimos al señor gobernador que vaya a decirle a la mamá o al papá que vive al costado de la vía que la única agua que tiene es la que juntaron en un tacho de la última lluvia y que tenía planeando limpiar la casa y darle de comer a los hijos toda la semana. Que vaya él a ver la situación”.
De cara a un 24 de marzo, Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, muy diferente, Almirón convocó a llenar las calles y expresar fuertemente la defensa de todos los derechos democráticos.
Comunicación CTAA Rosario