En el marco del Paro Internacional en el Día de la Mujer Trabajadora, las compañeras de la CTA Autónoma de Rosario desarrollaron diversas actividades y marcharon junto a una multitud estimada en 50 mil personas en Rosario. Una jornada histórica más en las que las mujeres fueron protagonistas desplegando una potencia política que no deja de crecer.
Emoción, empatía, sororidad. Los reclamos y la sensibilidad colectiva traspasaron las pieles este 8 de marzo haciéndose grito colectivo. Desde temprano en la mañana, trabajadoras pararon en diversos sectores y realizaron asambleas, como sucedió en el Servicio Público de la Vivienda y Hábitat, Conicet, y el 7 de marzo en INTA y la Colonia de Oliveros donde se formó una asamblea permanente de mujeres. También hubo actividades de diversas gremias en el Centro Cultural Angélica Gorosdicher y en el Sindicato de Aceiteros de Rosario.
En cada actividad las mujeres tomaron la palabra y pusieron el cuerpo, como en la masiva marcha que recorrió el centro rosarino y copó el Parque Nacional a la Bandera. En cada espacio aparecieron los reclamos vinculados a la desigualdad laboral, la violencia y el acoso. Se expresó la necesidad de generar protocolos de intervención sectorial contra la violencia machista, que aparece de maneras diversas en lugares de trabajo y dentro de las organizaciones.
Las mujeres sindicalizadas se abrazaron en la Plaza Montenegro, donde confluyeron entre otras, estatales, municipales, peluqueras, bancarias, trabajadoras de prensa y comercio. También justo antes de la marcha se realizó una asamblea en el Sindicato de Aceiteros y Aceiteras de Rosario, donde ceramistas, estatales, profesionales de la salud, docentes, de obras sanitarias, e integrantes de organizaciones partidarias se sumaron a una mesa redonda para compartir experiencias.
Allí por la CTA Autónoma de Rosario participaron las compañeras María Fernanda Boriotti (Secretaria Adjunta y referenta de SIPRUS-Fesprosa), Lorena Almirón (Secretaria de Organización y Adjunta ATE Rosario), Sofía Alberti (Secretaria de Comunicación) y Mónica Abrego (delegada de base de ATE Rosario).
En la marcha que partió desde Plaza San Martín, se desplegó una vez más la potencia del movimiento más dinámico de esta etapa histórica, con un caudal de movilización que superó los paros y movilizaciones previas. Se calcula que alrededor de 50 mil personas fueron parte del grito colectivo contra la todo tipo de violencia y discriminaciones, que denunció los diversos sometimientos y desigualdades que se sufre por el sólo hecho de ser mujeres. En el Parque Nacional a la Bandera, se esperó con música y hasta pogo gigante a las columnas que durante horas bajaban por el costado del Monumento.
La conducción del acto estuvo integrada por una compañera de la comunidad LGTBIQ y una referenta del movimiento de actrices, que juntas dirigieron la lectura colectiva de la proclama unitaria que gestó el movimiento de mujeres en el transcurso de las asambleas que iniciaron en el mes de enero. Con risas, candombe, llanto, abrazos, colores, también se realizó un impactante pañuelazo que gritó fuerte: educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal seguro y gratuito para no morir.
La movilización de decenas de miles fue ejemplar, el despliegue cultural de diversas grupas metieron una dinámica pocas veces vistas en otras iniciativas y la organización mostró que aún con debates, contradicciones, discusiones y diferencias, se pueden construir ámbitos de unidad que plasmen pliegos reivindicativos comunes, que transversalicen la perspectiva de género desde las problemáticas medioambientales, a las laborales, de violencias, del derecho a producir, a trabajar, a vivir dignamente, de la educación y la salud, de las identidades disidentes. Y todas y siempre con el pedido de justicia por aquellas que fueron arrebatadas por la lógica patriarcal y cuyas familias y comunidad piden justicia.
Pero la marea no sucedió sólo en las grandes ciudades. Las compañeras de la CTA Autónoma también marcharon en San Lorenzo, Villa Constitución y Capitán Bermúdez, donde también expresaron los reclamos y fueron parte constructora de esta ola que no para de crecer. Este nuevo Paro Internacional a su vez resaltó la perspectiva de clase y el rol de las mujeres y disidencias en el modelo productivo, lo que es fundamental para tejer la construcción de sociedades más justas, igualitarias, empáticas, libres, más humanas.
Nota y fotos marcha Rosario: Sofía Alberti, Comunicación CTAA Rosario